martes, 2 de marzo de 2010

¿ESTAMOS LO SUFICIENTEMENTE FORMADOS?

¿ Creéis que los médicos de familia estamos lo suficientemente bien formados como para pasar con solvencia las consultas de Pediatría?
Al final este es el tema fundamental. Me da la sensación de que los que hacemos pediatría, siempre tenemos una especie de complejo de inferioridad frente a los especialistas de pediatría. Me da tanta rabia cuando oigo en los corrillos de pediatras...." si, al final me han encontrado suplente....bueno, ya sabes, uno de familia". Cuando hablo con alguno de ellos de forma individual (tengo buenos amigos pediatras), te dicen que la situación no es justa, que deberíamos tener derecho a presentarnos a las oposiciones....pero cuando los oyes hablar entre ellos de nosotros, casi siempre es de forma condescendiente o despectiva.
Un día estuvo en mi centro de salud una residente de familia rotando. Hablando con ella sobre este tema, me comentó cómo los residentes de pediatría del hospital ( a veces incluso los R1), cuando atendían en urgencias a algún niño que consideraban que estaba mal remitido desde primaria hacían el comentario: "...seguro que no es pediatra...". Me hizo gracia que ese comentario viniera de un médico que se consideraba a si mismo pediatra sin haber terminado ni siquiera el MIR.
Esto puede parecer un alegato en contra de los pediatras pero no lo es. Sólo reflexiono sobre si estamos bien formados o no, sobre si nos merecemos esos comentarios y actitud o no.
Siempre he creído que cuando uno se dedica a algo tiene que procurar saberlo todo de ese algo. Si me dedico a la Pediatría de ap, tengo que estar lo mejor formada posible para desempeñar esa función.
Cuando terminé el MIR, me sentía completamente preparada para atender las urgencias más frecuentes en Pediatría, incluso para pasar la consulta unos cuantos días. Empecé a tener problemas cuando tuve que pasar la misma consulta durante más tiempo. Comenzaron a aparecer patologías más concretas que requerían unas actuaciones más específicas. Es cuando decidí hacer el curso de Puericultura, y después vinieron muchos otros.
¿ creéis que el actual programa de Medicina de Familia da la suficiente formación en pediatría?

3 comentarios:

  1. en principio sí creo que se forme para pasar consultas de pediatria en atencion primaria, siempre y cuando tengas un "pediatra consultor", que puede esrtar fuera de la atencion hospitalaria, al que remitir, o al menos, preguntar telefonicamente, las dudas más concretas y específicas que no se sepan resolver.

    pero si no se estuviera formado para ello, los medicos de familia no podrian estar en la puerta de algunos hospitales, en los que ven tambien a niños.

    (sería otra incongruencia del sistema y sus gestores. no te dan la formacion que se necesita, pero te dejan ver a los niños).

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    1. yo creo que la rotación por pediatría de los MF es muy escasa.

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  2. A ver, hablo con conocimiento de causa. Yo he tenido claro desde siempre que quería ser pediatra. Tras presentarme varias veces al MIR y no conseguir plaza, hice la residencia de MFyC. Entonces eran tres años, lo hice en un comarcal y, aparte de los dos meses de rotación específica por Pediatría de AP, desde el primer día de guardia vi niños en la puerta de urgencias. Tras acabar la residencia, tuve la oportunidad de trabajar como pediatra durante dos años. Tenía en la consulta de al lado a un pediatra al que consultar las dudas y, además, tenía buena relación con los pediatras del hospital, así que lo tuve fácil. Y hoy podría tener una interinidad de pediatra, sin serlo. En lugar de eso, renuncié a un puesto "seguro" y volví a encerrarme, durante 6 meses, a cal y canto, a preparar de nuevo el MIR. Y esa vez sí conseguí una plaza de Pediatría. No me importó volver a ser residente, porque tenía claro que era el camino para conseguir lo que siempre he querido. Y acabé, y enseguida empecé a trabajar en un centro de salud, que era lo que quería. Sí, señores, hay pediatras -como cualquier otro especialista- que prefiere el trabajo en el hospital y los hay -como yo- con vocación por la Pediatría cercana, la de Atención Primaria. En apenas unos meses, me he hecho con la consulta en la que estoy ahora: las madres confían en mí, los niños tienen prisa por entrar y no sólo no lloran sino que salen con una sonrisa. Soy feliz y me siento afortunada de poder trabajar en lo que de verdad me gusta. También lo era cuando trabajaba de pediatra siendo médico de familia, y me formé para ello, y estudiaba a diario como ahora... Pero os aseguro que no se puede comparar una cosa con otra, por mucho que uno se entregue a su trabajo. Durante los cuatro años de residencia se aprende mucho, muchísimo, más que en todos los cursos y libros del mundo, porque lo que se ve o se escucha o se lee no se puede comparar con lo que uno hace por sí mismo, y ningún curso ni libro puede hacer que sientas lo que se siente estando en paritorio dando la bienvenida a la vida a un recién nacido, reanimándolo cuando le cuesta salir adelante, enfrentándote a mil situaciones... Durante esos años, yo pedía que se me pusieran por delante situaciones difíciles, porque sabía que algún día estaría sola y tenía que saber manejarme.
    Y sí, un médico de familia puede estar en una puerta de urgencias viendo niños, como están los residentes, pero sabiendo que hay un pediatra en el hospital al que llamarán y se hará cargo de la situación cuando sea necesario.
    Si volviera atrás, haría exactamente lo mismo, y es lo que recomiendo que hagáis todos los que queréis ser pediatras: encerraos unos meses y volved a preparar el MIR. Sólo entonces estaremos en igualdad de condiciones y podremos meternos todos en el mismo saco. No comparéis un curso de Puericultura con una formación de cuatro años. Y, repito, sé de lo que hablo porque he estado en el mismo lugar que vosotros, y he luchado por estar donde estoy ahora.
    Una pediatra.

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